top of page

Llegando a mí mismo – entre la vida cotidiana, las expectativas y el deseo de volver a sentirme yo mismo

Hubo un tiempo –quizás no fue uno solo, sino muchos pequeños momentos– en que apenas me sentía yo mismo. Estuve allí, sí. Yo funcioné, cuidé, organicé, llevé. Yo era fuerte. Para los niños. Para el exterior. Para todo lo que necesitaba ser sujetado. Pero dentro a veces había silencio. Demasiado silencioso.

Me pregunté: ¿A dónde he ido realmente? ¿Quién soy yo si nadie quiere nada de mí? Cuando todo se queda en silencio por un momento – ¿y ya no me reconozco?

Este sentimiento no llegó de repente. Llegó poco a poco. Entre cajas de almuerzo y montones de ropa para lavar. Entre citas y el propio cansancio. Estaba mezclado con dudas sobre mí mismo: ¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Di lo suficiente? ¿Se me permite siquiera desear algo más?

Comencé no sólo a hacerme estas preguntas, sino a escucharlas. Y ahí es exactamente donde comenzó mi viaje: de vuelta a mí mismo. No es perfecto No lineal. No de la noche a la mañana. Pero honestamente.

Real. Y la curación.

Me permití ya no querer cargar con todo yo sola. Comencé no sólo a escuchar mis necesidades, sino a tomarlas en serio. Acepté ayuda: en forma de conversaciones, entrenamiento y tiempo conmigo misma.

Algunas ideas surgieron silenciosamente. Algunos duelen. Pero cada uno era un paso hacia: Yo.

 

Empecé a preguntarme: ¿Qué es bueno para mí? ¿Qué me hace vivir, más allá de los roles, las expectativas y la vida cotidiana?

 

Y me di cuenta: llegar no es una meta. Es un proceso.

Un suave retorno una y otra vez. A mí. A mi corazón. A mi cuerpo. A mi parecer.

Me siento diferente hoy. No siempre. No cada minuto. Pero con la suficiente frecuencia como para saber: estoy de nuevo en mi camino.

Lejos de lo que creí que tenía que ser. Hacia lo que soy.

No estás solo Y está bien no encontrarte a ti mismo a veces. Lo único que importa es que busques.

Que lo recuerdes. Y que te permitas volver.

 

Quizás te encuentres en las próximas páginas. En mis pensamientos sobre la duda sobre uno mismo, el cuidado personal, el sentimiento honesto y los pequeños pasos de regreso a ti. Los escribo para mí. Lo estoy escribiendo para ti.

Para todos aquellos que a veces dan demasiado. Y nunca te rindas.

bottom of page